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movimiento slow: qué es y por qué aplicarlo en tu marca

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<p>El <i>Movimiento Slow</i> o <i>Slow Life</i> es una corriente filosófica- cultural que promueve una vida más consciente donde el control sobre el propio tiempo es clave.</p><p>&nbsp;</p><p>Quienes adhieren a este estilo de vida <i>no pretenden “vivir lento”</i> sino respetando el ritmo natural que cada tarea cotidiana necesita y priorizando aquellas que fomenten el desarrollo personal.</p><p>&nbsp;</p><p>En definitiva, el <i>Movimiento Slow</i> propone actuar con mayor equilibrio. Entender que no necesariamente hacerlo rápido es hacerlo mejor y que, por el contrario, la mayoría de las veces, la velocidad nos perjudica.</p><p>&nbsp;</p><p>En este artículo analizaremos con mayor profundidad sus fundamentos y veremos cómo estas ideas enriquecen el desarrollo de una <i>Marca consciente</i>. A su vez, entenderemos por qué el <i>Marketing Slow</i> es la estrategia más apropiada para quienes buscan generar un impacto positivo en el planeta y las personas.</p><p>&nbsp;</p><p><span class="text-huge"><strong>Qué es el Movimiento Slow</strong></span></p><p>El Movimiento Slow probablemente debería tener otro nombre que lo represente mejor. Porque hablar de <i>Movimiento Slow</i> o <i>Slow life</i> no es hablar de lentitud sino de sentido. De rever objetivos, valores y prioridades.</p><p>&nbsp;</p><p>Y si me apuras, te diría que el <i>Slow Living</i> tiene mucho que ver con <i>decidir</i>:</p><p>&nbsp;</p><p>&nbsp;- Qué actividades realmente valen la pena y cuáles es mejor dejar de lado</p><p>&nbsp;- Quiénes son las personas con las que quiero pasar el tiempo y cómo lo hago.</p><p>&nbsp;- Dónde ubico mi salud física, mental y emocional.</p><p>&nbsp;- De qué manera elijo alimentarme</p><p>&nbsp;- Cómo me vinculo con la naturaleza y el medio ambiente</p><p>&nbsp;- Cuál es mi relación con la tecnología y el exceso de información</p><p>&nbsp;- Cuándo enfocarme en cada tarea buscando evitar así el “multitasking”</p><p>&nbsp;</p><p>La invitación entonces es a tener claridad sobre lo que decides hacer; cómo y en qué momento lo harás; y el tiempo que vas a dedicarle.</p><p>Parece simple, ¿no? Sin embargo, muchas personas aún lo consideran una utopía.</p><p><strong>&nbsp;</strong></p><p><span class="text-huge"><strong>La historia del mundo que no se detiene jamás</strong></span></p><p>Tal como cuenta Carl Honoré en su libro <i>“Elogio de la lentitud”,</i> la humanidad lucha contra la aceleración de la vida incluso desde antes de la Revolución Industrial.</p><p>&nbsp;</p><p>Aunque claro, si a este hito le sumamos el irrefrenable avance de la tecnología llegamos al ritmo frenético de nuestros días que, en principio, parecería muy difícil de manejar.</p><p>&nbsp;</p><p>Pero ¿Es esto realmente así? ¿Ya perdimos? ¿Nuestro propio tiempo no nos pertenece?</p><p>&nbsp;</p><p>Quizás, en vez de luchar desesperadamente por alcanzar la velocidad a la que gira nuestro entorno, lo mejor es frenar.</p><p>Sí, nada de “quizás”, definitivamente la respuesta está en frenar.</p><p>&nbsp;</p><p>¿Viste cuando el fuego del horno está muy alto y lo regulas? ¿O el agua de la ducha te quema? Bueno, así. No es irse al otro extremo y actuar con absurda lentitud sino a consciencia. Evaluando las urgencias y prioridades.</p><p>&nbsp;</p><p>Frenar para pensar con mayor claridad. Frenar para elegir. Frenar para mejorar nuestra gestión del tiempo.</p><p>&nbsp;</p><p>Porque, en definitiva, resulta que por querer aprovechar el tiempo al máximo solo lo estamos derrochando.</p><p>&nbsp;</p><p><span class="text-huge"><i><strong>Velocidad</strong></i><strong> no es lo contrario a </strong><i><strong>Slow</strong></i></span></p><p>¿Notaste que cuando le prestas atención solamente a una cosa el tiempo parece no pasar y, por el contrario, cuando haces varias tareas a la vez te desespera sentir que el tiempo “vuela”?</p><p>&nbsp;</p><p>Hay algo en ese “querer acapararlo todo” que se vuelve incontrolable y muchas veces irracional. Tenemos el día prácticamente cronometrado, de manera tal, que si algo se demora unos instantes, todo se desmorona.</p><p>&nbsp;</p><p>¿Es la velocidad el único recurso que tenemos? ¿Es realmente una alternativa viable para los seres humanos? ¿Estamos preparados para vivir acelerados?</p><p>&nbsp;</p><p>Y en definitiva ¿Por qué lo hacemos?</p><p><strong>&nbsp;</strong></p><p><span class="text-huge"><strong>Por qué la Velocidad está ridículamente sobrevaluada</strong></span></p><p>La velocidad no nos deja disfrutar. Comemos con prisa, nos bañamos con prisa. Viajamos, caminamos, compramos. Todo lo hacemos con prisa.</p><p>&nbsp;</p><p>No prestamos atención a las personas que nos rodean. No somos capaces de generar interacciones profundas y duraderas. Todo se vuelve vacío y superficial.</p><p>&nbsp;</p><p>La velocidad reduce nuestra capacidad de análisis y en varias oportunidades, nos lleva a cometer errores. Nos estresa, nos colma de miedos y ansiedad.</p><p>&nbsp;</p><p>La velocidad nos enferma. Física y psicológicamente.</p><p>&nbsp;</p><p>Nos deja en lugares que aún no estamos preparados para transitar y esto se ve claramente en las infancias: cada día son más los niños y las niñas con trastornos en su desarrollo mental, motriz y emocional.</p><p>&nbsp;</p><p>Corremos todo el día para llegar a ningún lugar. O para llegar con un nivel de agotamiento tal que ya no tiene sentido. La velocidad nos marea, nos hace perder el rumbo.</p><p>&nbsp;</p><p>La velocidad nos vuelve tan competitivos como incompetentes.</p><p>&nbsp;</p><p><i>¿Por eso hay que hacer todo lento?</i></p><p>&nbsp;</p><p>No necesariamente. Aunque debemos admitir que como bien remarca Honoré:</p><p>“A<i>&nbsp;menudo realizar una tarea con lentitud produce resultados más rápidos.”</i></p><p>Porque claro, la hacemos mejor.</p><p>&nbsp;</p><p>Dicho esto, la invitación de quienes adoptan estilo de <i>vida Slow</i> es a respetar los tiempos que requiere cada cosa. A enfocarnos en la actividad que elegimos o tenemos que hacer y llevarla a cabo de la mejor manera posible.</p><p>&nbsp;</p><p>El <i>Movimiento Slow</i> propone tener una visión cíclica y armoniosa de nuestras vidas y tomar el control.</p><p>&nbsp;</p><p><span class="text-huge"><strong>Priorizar el “modo ser” sobre el “modo hacer”</strong></span></p><p>Un enfoque diferente para abordar la esencia del <i>Slow living</i> es esta dicotomía entre vivir de forma reactiva, casi en piloto automático versus habitar el presente y darnos los espacios para revitalizar el cuerpo y la mente:</p><p>&nbsp;</p><p>Hacer ejercicio, meditar, alimentarnos de manera natural, compartir tiempo de calidad con nuestros seres queridos, leer, descansar, regular el uso de la tecnología, buscar siempre el contacto con la naturaleza.</p><p>&nbsp;</p><p>El <i>Movimiento Slow</i> promueve la calma, aún para llevar adelante actividades que requieren velocidad. “Vísteme despacio que estoy apurado” decía sabiamente mi abuelo.</p><p>&nbsp;</p><p>&nbsp;</p><p><span class="text-huge"><i><strong>Marcas Slow:</strong></i><strong> Concepto e impacto en la sociedad</strong></span></p><p>&nbsp;</p><figure class="image image_resized image-style-side" style="width:39.45%;"><img style="aspect-ratio:4160/6240;" src="http://originaria.net.ar/storage/posts/image/CAmzuTldkRVy2sRuK74uGKdBL7Z2fSuwi011GfIp.jpg" width="4160" height="6240"></figure><p>Llegado a este punto te estarás preguntando qué tiene que ver el <i>Slow Living</i> con el concepto de Marca. O no, ojalá tengas tan internalizada la idea de Marca que ya hayas podido <i>“linkearla”</i> con todo lo que este movimiento propone.</p><p>&nbsp;</p><p>Para pasarlo en limpio, empecemos por poner sobre la mesa el hecho de que las Marcas son fuertes pilares dentro de una sociedad. Quienes no las vean así están perdiendo perspectiva.</p><p>&nbsp;</p><p>Su papel excede los productos o servicios que ofrecen y los consumidores buscan en ellas un alto grado de compromiso. Por eso, toda Marca, por más pequeña que sea, debe tener muy en claro cómo es ese presente que invita a vivir y qué futuro está contribuyendo a construir.</p><p>&nbsp;</p><p>Cada Marca que existe, cada Marca que se crea tiene que ser consciente de su rol, asumir su responsabilidad y ocuparse de su impacto.</p><p>Desde mi lugar, considero que la filosofía Slow aporta una mirada muy valiosa en la que las Marcas pueden apoyarse.</p><p>&nbsp;</p><p>No tengo dudas que la sociedad necesita hoy de Marcas comprometidas con el entorno y el medio ambiente. Marcas cercanas, sensibles y serviciales. Marcas responsables, que promuevan modelos de negocios sostenibles. Marcas que incentiven el encuentro con uno mismo y con los demás. Marcas cuidadosas. Marcas con equilibrio. Marcas que manejen canales de comunicación valiosa sin volverse invasivas.</p><p>&nbsp;</p><p>Más adelante iremos profundizando en cada uno de estos puntos y en todos aquellos que surjan desde este disparador. Pero mi objetivo principal con este apartado es el de fomentar la consolidación de Marcas que se reconozcan como Slow y actúen en consecuencia.</p><p>&nbsp;</p><p>&nbsp;</p><p>&nbsp;</p><p><span class="text-huge"><strong>Y entonces, ¿Qué es el </strong><i><strong>Marketing Slow</strong></i><strong>?</strong></span></p><p>&nbsp;</p><p>A esta altura del texto ya tienes una <i>“buena dosis de Slow”</i> como para percibir con facilidad que la vorágine del marketing digital actual queda totalmente fuera de juego. Aún más, luego de dejar en claro que las Marcas que buscan alcanzar un lugar de referencia en la sociedad deberían asumir un papel más equilibrado, consciente y responsable.</p><p>&nbsp;</p><p>La competencia exacerbada; el sobre exceso de mensajes que genera lo que ya se conoce como “infoxicación”; la irrefrenable necesidad de subirse a “tendencias”; los mismos recursos y las mismas “estrategias” repetidas una y otra vez; los “trucos” y “secretos”; solo logran acrecentar ese estado de excitación en el que vivimos y que el <i>Movimiento Slow</i> invita a soltar.</p><p>&nbsp;</p><p>Por eso, la propuesta de <i>Marketing Slow</i> que traigo es la de una estrategia de comunicación donde prevalezca la calidad sobre la cantidad.</p><p>Donde el foco esté puesto <i>realmente</i> en aquello que la Marca aporta a los demás. Y remarco la palabra “<i>realmente</i>” porque mucho se habla de este concepto, pero poco se lleva a la práctica. Las Marcas siguen siendo egocéntricas y narcisistas. Y solo las Marcas con un propósito mayor al de su propio éxito son las que pueden generar cambios valiosos en su entorno.</p><p>&nbsp;</p><p>El <i>Slow Marketing</i>, en este sentido, apunta a profundizar en la comunicación bidireccional marca – consumidores en pos de cultivar vínculos sólidos, significativos y duraderos. Basados en valores comunes, ideas compartidas y objetivos que exceden la mera “transacción comercial”.</p><p>&nbsp;</p><p>El marketing es una herramienta absolutamente poderosa e implementarla bajo los lineamientos de la <i>filosofía Slow</i> es el cambio de paradigma que está necesitando.</p><p>&nbsp;</p><p>[Este apartado también merece un artículo aparte que pronto estaré desarrollando y volveré para dejarte el link aquí]</p><p><strong>&nbsp;</strong></p><p>&nbsp;</p><p><span class="text-huge"><strong>Movimiento Slow y tecnología</strong></span></p><p>Adoptar el “Modo Slow” no es dejar de utilizar tecnología sino prácticamente lo contrario: implementar toda la tecnología posible priorizando aquellas herramientas que te ayuden a optimizar el manejo del tiempo:</p><p>&nbsp;</p><p>Un sitio web o Ecommerce bien optimizado que atraiga público, le cuente tu propuesta y cierre ventas por vos. Respuestas automáticas que satisfagan al cliente y no demanden tu atención las 24 horas del día. Campañas de Email marketing valiosas basadas en públicos bien segmentados. Manejo consciente de redes sociales.</p><p>&nbsp;</p><p>Y en definitiva también, tomando como premisa los <i>límites</i>. ¿Por qué no? Horarios bien definidos, publicaciones de contenido cuando realmente tienen sentido, volúmenes manejables y, sobre todo: objetivos claros y organización.</p><p>Sale también artículo sobre este tema, ¿no?</p><p>&nbsp;</p><p><span class="text-huge"><strong>¿Cómo llevar una </strong><i><strong>vida Slow?</strong></i></span></p><p>Para finalizar me interesa adentrarme un poco en este tema porque considero que muchas personas ven aún el “vivir lento” como una especie de privilegio al que unos pocos pueden acceder. Y en realidad, solo se trata de elegir. Lo digo por experiencia.</p><p>&nbsp;</p><p>No siempre es fácil, está claro, pero cuando son tus prioridades las que te guían todo toma sentido.</p><p>&nbsp;</p><p>La invitación es a repensar nuestro día a día. Volver al ritmo natural de las cosas, conectarnos con nuestro interior y relacionarnos con nuestro entorno de una manera más profunda y consciente.</p><p>&nbsp;</p><p>Si realmente lo deseas, el cómo hacerlo te llegará solo. Hay bibliografía en internet que puede ayudarte, guiarte e inspirarte.</p><p>Como lectura obligada te recomiendo el libro que nuclea toda la filosofía del movimiento Slow (que he citado y utilizado como fuente para este artículo): “Elogio de la lentitud” de Carl Honoré.</p><p>&nbsp;</p><p>Si llegaste hasta acá tenemos mucho por seguir conversando. Me encantaría recibir tus comentarios, dudas, ideas y proyectos. Puedes hacerlo aquí abajo o bien enviándome un mail a:</p><p>&nbsp;</p><p>También te espero en Instagram: <a href="https://www.instagram.com/originaria.slowmkt/">@originaria.slowmkt</a></p><p>¡Hasta pronto!</p>

Publicado el: hace 1 año

Escrito por Mariana Gonzalez Botta

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